domingo, 20 de noviembre de 2011

El maestro autoritario

   Este estilo de dirección se caracteriza por la imposición de límites y controles muy estrictos a los alumnos, quienes asumen desde un primer momento dichas directrices. El aula adquiere una estructura determinada cuya función es controlar al máximo la actitud del alumnado.
  Los alumnos saben que no deben interrumpir al maestro. De esto se derivan dificultades en las habilidades de comunicación debido a su escasa puesta en práctica.
   Las desobediencias al profesor tienen por consecuencia los castigos o la visita a la oficina del director.
  Los alumnos no suelen recibir ni alabanzas ni motivaciones (se hace poco por el crear un entusiasmo que permita establecer metas personales). Nunca se organizan actividades extraescolares porque el maestro piensa que perturban el aprendizaje de sus alumnos.

Este estilo tiene consecuencias muy negativas:

-La intimidación y la amenaza, lejos de contribuir a incrementar el interés por aprender, lo reduce considerablemente.
-Debilita la capacidad de concentración.
-El miedo que ocasiona, en un niño pequeño, un método de enseñanza autoritario se transforma en ira cuando se trata de un adolescente.

Por último, cabe destacar a una serie de autores que se oponían a esta metodología y decidieron proponer alternativas:

-Tolstoy recalcó la importancia de la personalidad del maestro. Decía que si en verdad amaba su vocación y le importaba la personalidad del estudiante, y si consideraba la educación como un proceso continuo, sería un faro de sabiduría y civilización.
-William James, el maestro debía cuidarse de no caer en una actitud absolutista. Su función era servir de guía y amigo, ya que era factible.
-John Dewey pensaba que la escuela debía alentar la actividad individual. Se oponía a la insistencia en la inhibición, que predominaba en tantos círculos docentes.

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